Un carpintero chino de la provincia de Shaanxi, llamado Ma Yanjun, ha construido una placa solar utilizando un material tan insólito como inesperado: botellas de cerveza vacías. El funcionamiento es bastante simple, las botellas se apoyan en una tabla en filas horizontales y se conectan entre sí mediante pequeñas tuberías, de modo que el agua fría puede fluir entre los envases y calentarse por el sol.
“Lo inventé para mi madre. Quería que se pudiera duchar a cualquier hora cómodamente… espero que este invento pueda promoverse en todo el país, de modo que las madres de las zonas rurales subdesarrolladas puedan tomar un ducha caliente” dice el inventor.
Las 84 cervezas que ha necesitado Yanjun para montar su placa cuestan en China unos 25 euros, mientras que una placa solar de ese tamaño supera los 2.000 euros.
Fuente imagen | amarilloverdeyazul.com
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