La iluminación eficiente es una de las formas de eficiencia energética más sencillas y económicas que podemos aplicar en nuestro hogar o negocio. Las diferentes variedades de luces y equipos eficientes disponibles actualmente en el mercado nos permiten reducir el consumo de energía sin tener que renunciar al confort o cambiar nuestros hábitos de vida o de trabajo.
El encarecimiento de los costes de la electricidad, el agotamiento de las fuentes tradicionales de energía y la protección del medio ambiente son tres preocupaciones que comparten hogares, PYMES e industrias. Esta inquietud por optimizar el consumo de energía ha puesto de manifiesto la necesidad de crear un nuevo modelo energético basado en criterios de ahorro, sostenibilidad medioambiental, económica y social.
Pero ¿por qué es importante incorporar una iluminación eficiente en hogares y negocios? Además de proteger el medio ambiente y fomentar la sostenibilidad, la iluminación eficiente nos permite ahorrar en nuestra factura de la luz. Un primer paso para conseguir una mejor eficiencia energética consiste en substituir las bombillas tradicionales por luces eficientes.
Las bombillas tradicionales o incandescentes producen calor además de luz, lo cual es un síntoma de que no toda la energía gastada se transforma en iluminación artificial. Por ejemplo, una bombilla incandescente de 60W con una vida de 8.000 horas (equivalente a un año de funcionamiento continuo) podría suponer un coste de unos 70 euros anuales. ¡Sólo en una bombilla! En cambio, una bombilla de bajo consumo de 11W sometida a las mismas condiciones consumiría unos 12 euros de electricidad por un año de servicio.
Las bombillas eficientes son una evolución mejorada de las luces fluorescentes, lo que permite disponer de una iluminación compacta, de bajo consumo y que genera menos calor. Estas luces reducen el consumo de la electricidad en hogares y negocios en más de un 80%, lo cual permite un ahorro equiparable en la factura eléctrica. Además, las nuevas bombillas de iluminación eficiente tienen una segunda ventaja, y es que su duración es superior a la de una luz tradicional, con lo que alargaremos su vida y nuestro ahorro.
Sin embargo, las bombillas de bajo consumo tienen un precio superior al de las bombillas tradicionales, una condición que puede echar atrás a la hora de pasar-nos a la iluminación eficiente en todas las estancias de un hogar o negocio. No pongas excusas. Igualmente, podemos reducir notablemente nuestro consumo eléctrico y convertirnos en más eficientes con sólo con colocar bombillas de bajo consumo en aquellas lámparas que más uso diario le damos.
Además, la eficiencia energética mediante la iluminación eficiente va más allá del cambio de la bombilla incandescente por luces fluorescentes compactas o de bajo consumo, también engloba un cambio tecnológico en los equipos auxiliares (transformadores o balastros) y la instalación de sistemas de control (detectores de presencia o reguladores) que permiten optimizar el uso de la iluminación de otras muchas formas.
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