Ahorrar energía en la oficina es fácil con sencillos trucos

El consumo de recursos y de electricidad en una oficina es constante, puesto que hay que coordinar las actividades de un gran número de personas que requieren de un consumo de energía continuo. Son muchos los aspectos a tener en cuenta para que una oficina funcione y sea eficiente, pero sin duda alguna el ahorro energético debe encontrarse entre las prioridades para conseguir este objetivo.

El entorno laboral de una oficina se caracteriza por un consumo de energía que muchas veces resulta desmesurado, ya que los empleados no se preocupan por el ahorro. Si esto cambia y cada uno de los trabajadores de la oficina toma conciencia, el ahorro puede ser considerable. La concienciación de los empleados es el instrumento básico para lograr consumir menos energía, tanto si se trata de oficinas en empresas como si se lleva a cabo en una oficina en el hogar.

Existen algunos aspectos básicos que conviene controlar en la oficina para que el consumo energético sea más bajo. Por ejemplo es importante mantener la temperatura a los niveles recomendables, tanto en verano con el aire acondicionado como con la calefacción durante el invierno. Se recomiendan unos 25 grados centígrados en la época estival, y aproximadamente 20 grados para estar a una temperatura confortable de trabajo en la época invernal. No obstante, uno de los mayores problemas en la oficina es precisamente la temperatura, ya que nunca está al gusto de todos los trabajadores. Por ello es necesario llegar a un consenso en este aspecto, para evitar desavenencias y continuos ajustes del termostato en la oficina, lo que conlleva un mayor gasto.

Otra cuestión importante reside en el uso de los aparatos informáticos y de oficina. Conviene recordar que los equipos informáticos, servidores y aparatos electrónicos en general, suponen un consumo energético elevado. Por ello es recomendable apagar los ordenadores en los descansos, a la hora de las comidas, y por supuesto nunca dejarlos encendidos después de la hora de salida. Asimismo, también es una buena idea apagar cualquier indicador LED de encendido, porque conllevan un consumo residual de energía que puede ser importante al cabo del año.

En la racionalización de los horarios de trabajo, está otra de las claves para ahorrar electricidad en la oficina. Por ello, es muy importante adecuar los horarios siempre que se pueda, para aprovechar mejor las horas de luz natural, emplear menos las lámparas y luminarias de luz artificial, reduciendo la factura eléctrica. Esto no siempre es posible llevarlo a cabo, pero cuando así sea es muy conveniente realizar este ajuste para aprovechar la luz del sol.

No hay que olvidar el aislamiento de la oficina, que reduce las fugas de aire caliente o aire frío de la climatización, y supone un gran ahorro de energía. Por lo que se hace indispensable tener bien selladas las puertas de entrada y por supuesto las ventanas de la oficina.

Todos estos pequeños consejos son cuestiones que pueden reducir en gran medida el consumo energético. La mayor parte de estos tipos de consejos no son más que hábitos que los empleados pueden implementar fácilmente, tanto en un hogar como en una empresa, por lo que ahorrar energía está al alcance de todos.